(Prensa El Evangelio Cambia 15 de marzo de 2022).- El voluntariado de El Evangelio Cambia realizó una visita a la Casa Familiar San Rafael, en Guacara, estado Carabobo, en Venezuela, lugar en el que reciben atención médica aproximadamente 20 pacientes con patologías como Alzheimer, síndrome de Down y niños con discapacidades mentales. En esta oportunidad, se llevaron donativos de medicinas, alimentos no perecederos, ropa y calzado; asimismo, se hizo una jornada de corte de cabello, tanto para ellos, como para el personal que labora en la institución; y de igual forma, se les compartió un refrigerio, en medio de un ameno y alegre momento que disfrutaron tanto pacientes como voluntarios.
Por su parte, el personal que labora en la institución manifestó su agradecimiento al voluntariado por la realización de esta actividad, como lo expresó Andrea Carrasquel, directora de la institución: “muchas gracias a El Evangelio Cambia por venir a nuestras instalaciones y darle de comer a nuestros niños”, quien también reiteró que la Casa Familiar tiene sus puertas abiertas toda vez que esta organización impulsora de valores cristianos desee visitarlos.
Entretanto, Yoleida Lameda, médico psiquiatra del recinto señaló: “estamos agradecidos con ustedes por estar acá y realizar esta bella labor”, por la que, tanto ellos como los niños están muy agradecidos.
La satisfacción por la labor desarrollada fue evidente en los voluntarios que asistieron, al respecto, Jormag Martínez, miembro de EEC, manifestó: “sentí que me decían: “te estaba esperando”, al ver el rostro expectante de los pacientes, y cómo en estas actividades se puede mostrar el verdadero amor de Jesús, quien vino a la Tierra a servir.
Ana Méndez, otra de las voluntarias que asistió a la actividad, resaltó que ver los rostros sonrientes de cada niño y adulto en el lugar, le llenó de mucha satisfacción, “ese es el mejor regalo que podemos recibir”, finalizó.
Los voluntarios también realizaron actividades recreativas, como juegos y dinámicas que generaron sonrisas y un momento de disfrute, finalizando la jornada compartiéndoles el mensaje de Jesús, y tomados de las manos oraron a Dios, por su vida y amor.
